Cinco horas con Mario (1966) marca una nueva etapa en la narrativa de Delibes;
de un lado muestra su dominio de las modernas técnicas de novelar; del otro,
evidencia un sentido crítico más profundo y mayor compromiso con la realidad
social del momento. La obra aparece estructurada en tres partes: acaba de
morir Mario, catedrático de Instituto, de mediana edad; la esquela recoge los
datos circunstanciales; asistimos al duelo, las visitas y los pésames.
La parte central -a la que pertenece el fragmento- corresponde a las cinco horas
en las que la viuda (Carmen) vela el cadáver, al tiempo que rememora
-mediante un largo soliloquio- los años pasados en común, dejando entrever
la profunda diferencia ideológica y humana que existía entre ambos.