Sonaba el teléfono y he oído el timbre. He cogido el aparato. No me he enterado bien. He dejado el teléfono. He dicho: "Amador". Ha venido con sus gruesos labios y ha cogido el teléfono. Yo miraba por el binocular y la preparación no parecía poder ser entendida. He mirado otra vez: "Claro, cancerosa".
Pero, tras las mitosis, la mancha azul se iba extinguiendo. "También se funden estas bombillas, Amador". No; es que ha pisado el cable. "¡Enchufa!”. Está hablando por teléfono. "¡Amador!". Tan gordo, tan sonriente. Habla despacio, mira, me ve. "No hay más". " Ya no hay más". ¡Se acabaron los ratones! El retrato del hombre de la barba, frente a mí, que lo vio todo y que libró al pueblo ibero de su inferioridad nativa ante la ciencia, escrutador e inmóvil, presidiendo la falta de cobayas. Su sonrisa comprensiva y liberadora de la inferioridad explica - comprende -la falta de créditos. Pueblo pobre, pueblo pobre. ¿Quién podrá nunca aspirar otra vez al galardón nórdico, a la sonrisa del rey alto, a la dignificación, al buen pasar del sabio que en la península seca espera que fructifiquen los cerebros y los ríos? Las mitosis anormales, coaguladas en su cristalito, inmóviles - ellas que son el sumo movimiento-. Amador, inmóvil primero, reponiendo el teléfono, sonriendo, mirándome a mí, diciendo: "¡Se acabó !"
1.- ¿Qué modos de la narración se utilizan en este texto?
2.- ¿Encontramos palabras difíciles? ¿Qué tipos de lenguaje utiliza el narrador?
3.- ¿Quién podrá ser "el hombre de la barba" y quién "el rey alto"? ¿Y el galardón nórdico? ¿Cómo se denomina este recurso?
4.- ¿Qué visión nos da de España?
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Aquí estoy. No sé para qué pienso. Podía dormirme. Soy risible. Estoy desesperado de no estar desesperado. Pero podría también no estar desesperado a causa de estar desesperado por no estar desesperado. A qué viene aquí ahora ese trabalenguas. Parece como si me gustaría decirlo a alguien. Alguien me tomaría todavía por ingenioso y no tendría que preguntarme de dónde viene mi ingenio, porque para qué iba a preguntarse de dónde viene mi ingenio. ¿Qué demonios puede importarle a nadie si yo soy ingenioso o no soy ingenioso o si era ingeniosa la puta que me parió? ¡Imbécil! Otra vez estoy pensando y gozo en pensar como si estuviera orgulloso de que lo que pienso son cosas brillantes… ajj. El sol sigue tan tranquilo entrando en el departamento y allí se dibuja el Monasterio. Tiene todas sus cinco torres apuntando para arriba y ahí se las den todas. No se mueve. Tiene las piedras alumbradas por el sol o aplastadas por la nieve y ahí se las den todas. Está ahí aplastadito, achaparradete, imitando a la parrilla que dicen, donde se hizo vivisección a ese sanlorenzo de nuestros pecados, a ese sanlorenzaccio que sabes, a éste que soy yo, a ese lorenzo, lorenzo que me des la vuelta que ya estoy tostado por este lado, como las sardinas, lorenzo, como sardinitas pobres, humildes, ya me he tostado, el sol tuesta, va tostando, va amojamando, sanlorenzo era un macho, no gritaba, no gritaba, estaba en silencio mientras lo tostaban torquemadas paganos, estaba en silencio y sólo dijo -la historia sólo recuerda que dijo - dame la vuelta que por este lado ya estoy tostado... y el verdugo le dio la vuelta por una simple cuestión de simetría.
Aclaración de algunas palabras: achaparradete, parrilla, amojamando, torquemadas.
1.- ¿Modo de narración?
2.- Estructura interna del texto.
3.- ¿Qué estado de ánimo predomina en la primera parte del texto?
4.- El protagonista se encuentra en un departamento de un tren y pasa al lado de un monasterio.
¿Por qué asocia el monasterio con San Lorenzo?
¿Qué le sucedió a San Lorenzo?
5.- ¿Qué valor tiene la frase "dame la vuelta que por este lado ya estoy tostado"?
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