Miguel Hernández (Orihuela, 30 de octubre
de 1910-Alicante, 28 de marzo de 1942) fue un importante poeta y dramaturgo de la literatura española del siglo xx. Aunque tradicionalmente se
le ha encuadrado en la generación del 36, Miguel Hernández mantuvo una mayor
proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por
Dámaso Alonso como «genial epígono» de la generación del 27.
Miguel fue pastor de cabras desde muy temprana edad, pues fue
escolarizado desde 1915 hasta 1925, hasta los 15 años.
En 1925 abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al
pastoreo. Mientras cuidaba el rebaño, Hernández leía con avidez y escribía sus
primeros poemas.
En 1933 se publicó Perito en Lunas, su primer libro.
Participa como soldado en la Guerra Civil. En plena
guerra, logró escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937
con Josefina Manresa. A los pocos días tuvo que marchar de nuevo al frente.
El 4 de enero de 1939 nació su segundo hijo (el
primero se murió a los pocos días de nacer), Manuel Miguel, a quien dedicó las
famosas Nanas de la cebolla.
Terminada la guerra, en Orihuela corría mucho
riesgo, por lo que decidió irse a Sevilla pasando por Córdoba, con la intención
de cruzar la frontera de Portugal por Huelva. La policía de Salazar, dictador
fascista de Portugal, lo entregó a la Guardia Civil.
Cuando estaba en prisión, su mujer Josefina Manresa
le envió una carta en la que mencionaba que sólo tenían pan y cebolla para
comer; el poeta compuso en respuesta las Nanas
de la cebolla.
En 1941 enfermó en
la cárcel y falleció de tuberculosis el 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31
años.
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