jueves, 20 de septiembre de 2018

CARTAS AL DIRECTOR

CARTAS AL DIRECTOR 

Argumentos a favor de las corridas de toros

                                                                                                                
       Resulta que ahora en Cataluña los políticos de la región han decidido prohibir las corridas de toros; vamos de mal en peor.


        Para empezar, les diría a esos que tanto critican las corridas de toros que la tauromaquia es parte de la cultura española y tiene una tradición milenaria. Es casi un resto arqueológico de antiguas culturas orientales.  Por tanto, excomulgarla sería menospreciar este componente tan especial de la cultura española. Además, todas las culturas, tanto las occidentales como las orientales, tienen elementos destructivos. 
        Asimismo, antes de la corrida, al toro bravo se le trata mucho mejor que a los toros de matanza de la bioindustria, es decir, los destinados al consumo de carne. Se le trata con cariño, vive como un rey. En cambio, si se suprimiesen las corridas, como los toros bravos solo son criados por su bravura, la abolición de estos significaría la pérdida de una especie de animales única.  

      Por otra parte, las corridas de toros son una muestra del aprecio y respeto de la fuerza del animal. Para algunos incluso los toros son un símbolo casi religioso de la lucha entre el bien y  el mal. Una corrida de toros sirve para descargar colectivamente sentimientos negativos y agresivos y eso es muy sano. 

       Así pues, las corridas de toros no se ven como un deporte más, sino como una mezcla de arte, baile y muestra de ‘virilidad’. 
   
        En resumidas cuentas, los toros forman una parte importante de la industria turística española. Las corridas de toros son la Fiesta Nacional, son el símbolo de la esencia del país. En resumen, actuar en contra de los toros es actuar en contra de España. ¡Vivan las corridas y olé!
                                                                                           

                                                     Fernando Plaza Toral; Albacete

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